Una novela iniciática cuyo argumento es la imposibilidad de desplazarse. La peripecia es el descubrimiento de la inexistencia de las peripecias; el protagonista madura al darse cuenta de que no madurará más de lo que ya ha hecho. Nadie crecerá más ya, ni debería intentarlo: cualquier cambio que se opere en lo sucesivo se deberá a la catástrofe. No es aprendizaje- ni siquiera de la decepción, de un gozoso liberarse de la capa superflua-, tan solo es tala, mutilación, o un simple proceso de pérdida de piezas a lo largo del camino…
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